Tanto para quien ha estado en Londres como como para quién aún no fue, la Torre de Londres suena a lugar siniestro, de ejecuciones y torturas. Quizás porque asociamos la Torre (aunque sea solo por series de televisión, desgraciadamente mal documentadas) con las ejecuciones más famosas, las de Ana Bolena y Catalina Howard, esposas 2º y 5º respectivamente, de Enrique VIII, y primas entre ellas. Pero la realidad no es siempre como la imaginamos. En esta entrada vamos a ver si la Torre se merece esa mala fama y a poner a los ejecutados en su lugar.
(Sobre los sofocones que me llevo al ver series "históricas" mal documentadas o con errores de guión escandalosos podés leer mi comentario a la serie Los Tudor)
Cada destacar antes de nada que ser ejecutado dentro de la Torre de Londres era un honor destinado para muy pocos, reservado para la más alta nobleza, por norma general llevaban a los presos fuera de la prisión y eran ejecutados en una plaza pública delante de todo el pueblo de Londres. Ciertamente, hubo muchos prisioneros en la Torre, pero la mayoría sobrevivió a su cautiverio, como la reina Isabel I. En cuanto a lo de las torturas, es más una atracción turística que otra cosa. Ante la atracción que despiertan a los museos de la tortura que existen por toda Europa, no es extraño que se montara en la Torre algo parecido, llevando allí reproducciones de instrumentos de tortura que nunca se usaron en el lugar.
Para empezar, la Torre no es, en principio, "un lugar de ejecución" y tampoco "sólo un lugar de ejecución". Es cierto que allí hubo ejecuciones pero hubo en Londres otros lugares de ejecución y la Torre también sirvió para otros menesteres. Su reputación como lugar de tortura y muerte se la debe sobre todo, a los religiosos del siglo XVI y a los escritores del siglo XIX.
La Torre es un castillo medieval, con sus muros defensivos y su foso de la época normanda, levantado por Guillermo el conquistador entre 1.078 y 1.100. Ricardo Corazón de León, Enrique III y Eduardo I añadieron diferentes edificios entre los siglos XII y XIII. La Torre de Londres era la residencia oficial del rey. A finales del siglo XV, el castillo se convirtió en prisión, aunque no fuera su propósito primario. Bajo el reinado de los Tudor, con la existencia de otros palacios, la torre se usó menos como residencia real, y a pesar de los intentos por refortificar y reparar el castillo, el desarrollo de sus defensas quedaron atrás por dedicarse a la artillería. El apogeo del castillo como prisión sobrevino en los siglos XVI y XVII, cuando personajes, como Isabel I (antes de convertirse en reina), cayeron en desgracia y fueron retenidos entre estos muros.
A pesar de su reputación como lugar de tortura y muerte, popularizada por los religiosos del siglo XVI y los escritores del siglo XIX, solo siete personas fueron ejecutadas dentro de la torre antes de las Guerras Mundiales: (1 en el siglo XV, 4 en el XVI y 1 en el XVII)
1.- William Hastings, barón de Hasting (13 de junio de 1483). Realizado por decapitación, William Hastings luchó para asegurar el trono de Eduardo IV al apoyar a sus hijos, los dos pequeños Príncipes.
2.- Ana Bolena, reina consorte (19 de mayo de 1536). Realizada por decapitación, fue la segunda esposa del rey Enrique VIII y fue oficialmente condenada por adulterio, incesto y brujería. La realidad es que después de un aborto y una hija, Enrique empezó a creer que estaba siendo castigado por Dios y que no tendría un hijo varón con ella y ya le había echado el ojo a Jane Seymour, una de sus damas. El adulterio no fue suficientemente probado (solo se obtuvo una confesión bajo tortura, lo que plantea dudas sobre su verosimilitud). Para asegurarse la condena, se hicieron correr los rumores de incesto (la cuñada de Ana la odiaba intensamente y sólo la acusación de ésta dio lugar a este cargo). La brujería se consideró "probada" por el hecho de que Ana tenía 6 dedos en una mano. Y su condición de bruja sería la culpable de haber "embrujado" al rey, impidiéndole engendrar hijos varones, ya que el rey sí había tenido un hijo varón con una de sus amantes (Lady Blount). Solo el adulterio ya conllevaba el delito de traición al rey. En realidad, la única culpa de Ana fue no tener hijos varones y resultar demasiado atractiva para otros hombre de la corte. Enrique no debía tener la conciencia muy tranquila con esta ejecución, la retrasó varias veces, como si no se decidiera, escribió unas instrucciones muy precisas (documento que ha sido hallado) sobre como debía llevarse a cabo algo que no era habitual. Conmutó la pena establecida para traición (que para las mujeres era la muerte en la hoguera) por decapitación con espada (en lugar de con hacha, que resultaba mucho más difícil de aplicar y por tanto más alevosa). Es más, hizo traer un experto verdugo francés famoso por no necesitar más que un solo golpe. Todo ello parece indicar que sabía que algunos cargos eran infundados.
3.- Margaret Pole, condesa de Salisbury (27 de mayo de 1541). Realizado por decapitación. La condesa de Salisbury, última princesa Plantagenet fue acusada de traición a la edad de 68 años por el rey Enrique VIII. Se le acusó de haber apoyado a su primera esposa, Catalina de Aragón, una ferviente católica. No gozó de los privilegios de Ana Bolena y sufrió una veintena de hachazos en cuello, cabeza y hombros antes de morir porque se eligió como verdugo a un joven sin experiencia alguna que estaba muy nervioso.
-4.-Jane Boleyn, vizcondesa de Rochford (1542). Realizado por decapitación. Jane Rochford ayudó a provocar el asesinato de las dos reinas y sus primas, Anne Boleyn y Catherine Howard. Fue esta mujer, esposa del hermano de Ana Bolena, la única que sostuvo con su testimonio el supuesto incesto de Ana Bolena.
5.- Catalina Howard, reina consorte (13 de febrero de 1542). Ejecutada por decapitación, Catherine Howard era una chica alocada y desinteresada que fue ejecutada por adulterio a la edad de solo 18 años. Probablemente su único delito fue la inconsciencia de coquetear con otros cortesanos. Era demasiado joven e inexperta, deslumbrada por la idea de ser reina, aunque para ello tuviera que casarse con un hombre demasiado viejo y ya un poco repulsivo. Por no hablar de que la ambición de su familia, que la empujó a esa boda. Enrique, después de 4 esposas y ya con su heredero conseguido, tampoco sentía deseo ni necesidad de casarse y fue presionado para ello por algún consejero ambicioso, presionado a su vez por la ambiciosa familia de Catalina.
6.- Jane Grey, reina (13 de febrero de 1554). Ejecutada por decapitación. El hijo y heredero de Enrique, enfermizo, no podía en su testamento nombrar sucesoras a ninguna de sus dos hermanastras, oficialmente ilegítimas, por lo que nombró sucesora a una sobrina de su padre, Frances, quién cedió el derecho a su joven hija Jane. Northumberland, el hombre que manejaba los hilos detrás del trono, rápidamente casó a su hijo con Jane y prácticamente la colocó en el trono a la fuerza. En unos días, María, la hija mayor de Enrique VIII, llegó a Londres con sus partidarios, en pie de guerra, y obligó a Jane a entregarle la corona. El "reinado" de Juana Grey duró sólo 9 días.
Robert Devereux |
Banqueting House |
Old Palace Yard |
Newgate |
La prisión de Newgate, situada en una de las puertas de la muralla romana de Londres, estuvo en uso durante más de 700 años, desde 1188 hasta 1902. De allí salían los ejecutados en la horca de Tyburn. Cuando se retiró la horca en Tyburn, en 1783, las ejecuciones ordinarias pasaron a la misma prisión. Allí tuvieron lugar multitud de ejecuciones. Era necesario estar "abonado" para presenciarlas. La prisión fue demolida en 1904. El Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales (The Old Bailey) ocupa actualmente el sitio.
Hospital de San Bartolomé |
Lugar del cadalso en Tower Hill |
Fuera del recinto de la torre, al otro lado del foso, está el lugar llamado Tower Hill. El jardincillo de la foto marca el lugar del cadalso y las placas que lo rodean tienen grabados los nombres de un buen puñado de ellos, casi todos nobles.
Termino contestando a la pregunta del principio ¿Se merece la Torre esa mala fama de lugar tenebroso y de muerte? Yo diría sí y no. Sí porque es cierto que algunas personas fueron ejecutadas en la Torre; no porque la inmensa mayoría de los ajusticiados en Londres lo fueron en otros lugares repartidos por toda la ciudad, y sus alrededores, como Tyburn.
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