Por eso fue necesaria la presencia de alguien que pusiera orden, organizara y manejase aquellos cotarros, procurando que todos esperasen su turno para acceder con tranquilidad y sin montarse ningún jaleo. Pero como en todas las cosas, algunos fueron los pillos que en el momento de manejar el cotarro cobraban algunas propinas para dar prioridad a unos frente a otros, de ahí que cuando se utiliza la expresión ‘el que maneja el cotarro’ algunas veces suela hacerse de forma negativa para referirse a quien hace chanchullos y trapicheos y está al frente del negocio.
Pero no podemos obviar que la expresión también se usa de modo positivo para señalar al que anima una fiesta u organiza a un grupo de personas. Muchas son las personas que lo utilizan como sinónimo de encargado, por ejemplo cuando preguntan por el que maneja el cotarro.
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