jueves, 12 de mayo de 2022

105. Una tumba y una polémica

 

Reconstrucción de la ciudad portuaria de Birka

Como el calorcito de mayo ya se deja sentir, marchamos a la búsqueda de tierras más frescas. A unos 30 kms. de Estocolmo se encuentra el lago Mälaren. En ese lago se encuentra la isla Björkö, y en esa isla están situados los restos del asentamiento más importante y mejor conservado de época vikinga, la ciudad comercial de Birka, que atendía mercancías de Escandinavia y Finlandia, así como de Europa Central y del Este y de Oriente. Fue fundada alrededor del año 750 d.C. y floreció durante más de 200 años. Fue abandonada aproximadamente en el año 975, alrededor de la misma época en que Sigtuna fue fundada como ciudad cristiana a unos 35 km al noreste. Se ha estimado que la población de Birka durante la era vikinga era de entre 500 y 1000 personas, aunque hubo épocas en las que llegó a alojar a unas 1.500 personas. En Birka se compraban mercancías de una zona muy amplia.

Como centro de comercio, Birka probablemente ofrecía pieles y artículos de hierro, así como productos de artesanía, a cambio de diversos materiales de gran parte de Europa y Asia occidental. Las pieles se obtenían de los samis, los fineses y los habitantes del noroeste de Rusia, así como de los tramperos locales. Las pieles incluían oso, zorro, marta, nutria, castor y otras especies. El cuerno de reno era un importante artículo de intercambio, así como peines tallados a mano hechos de cuerno. También se intercambiaban dientes de morsa, ámbar y miel.

Los bienes extranjeros encontrados en las tumbas de Birka incluyen artículos de vidrio y metal, cerámica de Renania, ropa y textiles como seda china, bordados bizantinos con hilo de oro extremadamente fino, brocados con pasamanería de oro y cordones trenzados de alta calidad. A partir del siglo IX empiezan a aparecer monedas acuñadas en Hedeby, en el norte de Alemania, y en otros lugares de Escandinavia. La gran mayoría de las monedas encontradas en Birka son, sin embargo, dírhams de plata del Califato. También monedas inglesas y carolingias, aunque en menor cantidad. 

 Se conservan murallas, embarcaderos y se puede reconstruir el trazado urbano y el estilo de las viviendas. También unas 3.000 tumbas. Precisamente por una de ellas se hizo famoso este yacimiento.

Dibujo publicado en 1.889 de la tumba  encontrada en 1878 y etiquetada Bj 581 por Hjalmar Stolpe en Birka, Suecia.
Ya en la segunda mitad del siglo XIX se excavaron 1.100 tumbas de las cuales solo una mostraba un ajuar funerario típico de las élites militares vikingas, en el que el cadáver iba acompañado de una completa panoplia de armas (dos escudos, espada, restos de una armadura, un hacha de guerra, dos lanzas,  cuchillo de combate, 25 puntas de flecha perforadoras de armaduras...), restos óseos de dos caballos, un tablero de juego con sus correspondientes fichas (se dice que los jefes guerreros los usaban para planear estrategias de batalla). Durante años "el guerrero de Birka" fue considerado como la tumba prototípica de un jefe guerrero de élite.

Esta conclusión, aceptada desde entonces, dio un vuelco cuando el 8 de septiembre de 2017, la revista « American Journal of Physical Anthropology» publicó un sorprendente estudio de ADN que demostraba que el importante guerrero de Birka era, en realidad, una mujer de unos 18 ó 19 años.  Muchos entonces se negaron a  aceptar las conclusiones del estudio, ofreciendo una variedad de explicaciones: las armas pertenecían al esposo de la mujer, era reliquias familiares o regalos. También se indicaba que la mujer procedía de otra zona dentro de la Escandinavia vikinga. Como gran parte de la población de Birka había vivido una vida itinerante y llegado allí desde fuera ¿quizás buscando un lugar donde pudiera ganarse la vida como guerrera? Fue tan grande la oposición de los académicos a la idea de que pudiera tratarse de una mujer guerrera que ha habido teorías realmente creativas, aunque bastante delirantes para explicar la evidencia científica, como un documental que yo he visto en televisión en el que se recrea una historia de ficción: la chica era una adolescente que viajaba con su padre, comerciante, para vender unas mercancías. En el camino son asaltados por unos ladrones que asesinan a su padre y les roban todo. Sigue a los asesinos de su padre hasta Birka. Allí pide justicia ante un jefe que no le hace ningún caso. Decide vengarse por sí misma y consigue que la entrenen como guerrera. Como fin de su entrenamiento forma parte de la tripulación de un barco que traslada mercancías por un río a otro asentamiento comercial.  por cuenta de ese jefe. Al regreso de ese viaje ya es aceptada como guerrera. Entonces, y habiendo ejecutado su venganza, es asesinada. A su entierro asiste el jefe que ignoró su petición de justicia que, como reconocimiento de haber honrado a su padre con su venganza El jefe  lleva y deposita en la tumba de la chica varios objetos de prestigio para que quede claro que es una guerrera de élite: espada, escudo, etc. Como veis un bonito cuento creado para alinearse con aquellos arqueólogos que no admitieron la idea de un mujer guerrera profesional.

La idea de que las mujeres vikingas eran también guerreras no es nueva. En imágenes fantásticas del siglo XIX es fácil verlas representadas como valquirias o mujeres fuertes. Existe un texto irlandés de la época que describe a una flota femenina en Münster. También una crónica bizantina que relata que había mujeres armadas entre los muertos después de una derrota vikinga. Y hay un registro sobre el sitio de París en el siglo IX en el que un monje francés asegura haber visto a mujeres danesas en el campo de batalla. Por último, en 2.012 se encontró en Dinamarca una estatuilla que representaba a una mujer guerrera.

La estatuilla, del tamaño de un pulgar, es de plata dorada. La guerrera está sólidamente vestida, armada con una espada vikinga de doble filo y un escudo redondo, con el pelo cuidadosamente trenzado en una larga cola de caballo formando un pequeño hueco, lo que sugiere que puede haber sido usada como un colgante. Que haya sobrevivido es algo así como un milagro: las piernas y los pies han desaparecido, y fue descubierta entre fragmentos de chatarra, así que alguien pudo haber comenzado a cortarla con el fin de fundir los trozos y extraer su contenido de plata. De momento es una pieza única.

Ahora, mil años después del enterramiento, a partir del cráneo que se conserva en el Museo de Historia Cultural de Oslo, un equipo dirigido por la arqueóloga Ella Al-Shamahi, ha realizado una hipotética reconstrucción virtual de como podía ser el rostro de esta guerrera escandinava, que presumiblemente fue herida en plena batalla. Usando la tecnología de reconstrucción facial, los científicos han puesto cara a una bélica noruega que vivió hace diez siglos.

El rostro reconstruido con la herida que presenta el cráneo y como debió ser antes


Sin embargo, la herida, (no está claro si de espada o hacha) de grandes dimensiones y que parte la frente en dos, muestra claras señales de cicatrización, por lo que, según los científicos, de ninguna forma puede  considerarse como la causa de la muerte de la guerrera. El misterio sigue....


 





 




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