El texto que sigue no es mío, sino que lo tomo de lo que ha compartido un antiguo alumno mío, del que me siento muy orgullosa, Juan Enrique Sánchez Moreno, de brillante inteligencia y excelente persona. Hoy día párroco de la Palma en Cádiz y Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías de la diócesis de Cádiz y Ceuta.
Y viene al caso porque hoy se celebra su fiesta, aunque esté eclipsada por San Valentín que, sin quitarle mérito a este último, ya sabemos que pesan más los euros que hoy se mueven gracias a la venta de ramos de flores, perfumes y bombones. Bueno, mejor me callo, que me desboco con facilidad. A partir de aquí le cedo el teclado a Juan.
Los dos hermanos nacieron en Tesalónica. Eran hijos de un empleado imperial y conocían el eslavo que se hablaba en Macedonia. Constantino, el más joven, nació hacia el año 827, completó sus estudios en Constantinopla bajo Focio, y después de su ordenación sacerdotal se dedicó a la enseñanza. Miguel, en cambio, siguió la carrera política, pero cuando lo nombraron gobernador de una provincia bizantina de lengua eslava, renunció al deseado puesto y se hizo monje con el nombre de Metodio. En el año 860 el emperador encargó a los dos hermanos la evangelización de los Kazarios, y tres años después llegaron a Moravia por invitación del príncipe Ratislao. Fue aquí en donde elaboraron el alfabeto “cirílico” y en donde tradujeron la Biblia y el Misal en lengua eslava. Cirilo y Metodio fueron acusados de cisma y herejía, y por eso tuvieron que viajar a Roma, en donde los recibió con gusto el Papa Adriano II, que les permitió celebrar los santos misterios en lengua eslava, estando, incluso, él presente con una comunidad cristiana muy numerosa.
Los Santos Cirilo y Metodio con estudiantes. Fresco del monasterio de St. Naum. |
San Cirilo murió en Roma el 14 de febrero del 869 y fue enterrado en la basílica de San Clemente, el mártir cuyas reliquias él mismo había llevado a Roma. Metodio, ordenado sacerdote por el Papa y nombrado obispo de Panonia, regresó entre sus eslavos. Murió el 6 de abril del año 885 en la ciudad de Velahrad (Checoslovaquia), y en su funeral se usó el eslavo junto con el griego y el latín.
Estos dos figuras, gigantes de la evangelización, fueron nombrados co-patronos de Europa por el Santo Padre Juan Pablo II que así ofreció a los fieles del mundo el ejemplo de dos predicadores infatigables del mensaje evangélico.
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